
Antes de llamarle la atención o retear a nuestro hijo, es preciso hacer una pausa y aclarar nuestras emociones:
- ¿Qué me enfada realmente?
- ¿Estoy descargando mi impotencia de NO SABER QUE HACER?
- ¿Estoy descargando mis frustraciones personales, laborales o de pareja en mi hijo?
Los niños demandan y ante esta demanda aveces no sabemos cómo responder, ni buscamos ayuda.
#terapiapsicológicaencreercrear
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